Adorable como un animal: Gracias a su cuerpo blandito y a su suave cabeza de vinilo, el pequeño ciervo es ideal para abrazarlo y perfecto como primer compañero para los más pequeños a partir de 0 años.
Cuando juegan, traquetea emocionantemente en su interior y les dan ganas de explorar más mundo. Si se vuelve demasiado salvaje, se puede lavar fácilmente a 30°C.